7 de julio de 2006

¿Quién dijo que el siglo XXI había llegado?

¿Quién dijo que el siglo XXI ya había llegado? Por Silvia Tubio.

Jorge y anselmo han cogido vacaciones de manera precipitada. Sin saberlo llegó un día y su jefe les dijo que no volvieran más, que desde ese momento tenían todo el tiempo del mundo por delante para no hacer nada. No se trataba de ningún gesto altruista, ni habían sido compensados con una jubiliación anticipada muy ventajosa; acababan de ser despedidos. La mentira dibujó la cara del director, quien argumentó la enésima excusa maldita, aquella que muchos jóvenes estamos hartos de escuchar; recorte de plantilla. Pero el peor de los golpes no les había llegado aún a estos periodistas, que sin una explicación más recogieron sus bártulos y regresaron a sus respectivas casas, aquellas que tenían abandonadas desde que comenzaron a trabajar en aquel periódico de Algeciras. Sus vidas personales se habían reducido al beso de buenas noches, a la cerveza trasnochada con los amigos más cráspulas y a la sesión golfa del cine, sólo cuando el taquillero hace el favor de dejarte pasar con la película empezada. Esa dedicación exclusiva a una empresa sólo tenía como recompensa una pírrica nómina de unos 900 euros donde constaban como trabajadores sin formación universitaria, pese a que todos culminaron sus respectivas licenciaturas de periodismo.
Al día siguiente, la pesadilla no se desvanecía e incluso se volvió más sombría cuando supieron que sus puestos habían sido ocupados ya por otras personas. Sus sitios tenían otros nombres y apellidos. El golpe definitivo acababa de llegarles. Fue en ese momento cuando los dos ataron cabos. Ambos habían sido castigados por ejercer sus derechos, por intentar que en su empresa se aplicara, al menos, el Estatuto de los Trabajadores. Son dos periodistas que cometieron el pecado mortal de promover elecciones sindicales en su empresa, que se niega en rotundo a hablar de convenio. Su forma de arreglar las cosas es: "Dadme una lista con vuestras peticiones y ya iremos viendo".
Ésta no es ninguna historia que utilizo de ejemplo, es la puñetera realidad. Jorge y Anselmo son dos compañeros del periódico Diario Sur de Algeciras qu e fueron despedidos semanas después de que una delegación de CCOO nos reunieramos con ellos y les animaramos a que abrieran el proceso electoral. Su única aspiración era que su dirección les aplicara simplemente el Convenio Marco de Prensa, que está a años luz de los convenios decentes que existen en periódicos consolidados y con tradición como El País, pero que al menos es una base mínima que a día de hoy ni tan siquiera tienen. Sólo querían las migajas legítimas que les corresponden como trabajadores del Sector de Prensa Diaria. Curiosamente, la dirección de la empresa Sur de Algeciras enarbola la bandera de pertenecer al grupo Vocento, escondiendo la verdadera realidad, y es que son unos meros clientes de la empresa editorial. Estamos a la espera de que Vocento diga algo, después de que se le haya comuncado los despidos. No es de recibo que cierre los ojos porque es responsable del buen hacer de sus contratas.
Os dejo las fotografías de la concentración que organizó la Asociación de la Prensa en Algeciras.